martes, 3 de marzo de 2009

Entonces, abruptamente detenido el tiempo,
fui acercado a una mínima brisa,
atestado de reclamos umbrosos
alicaí mis pesares
para guarecerme de vosotros........y también de ti.
En distancias arbitrarias,
silencios de muralla
y escarceos de caracol.
En la luz estruendosa de un bombillo ordinario,
me dispuse a mentales contradicciones;
pude verte
en insolaciones de nieve,
en el frío tórrido de las quemaduras;
con somnolientas energías de fanático descreído,
pude regalar mis emociones todas ¡¡al espejo!!,
Desvestirme de ti,
distanciar tu omnipresencia
en la quietud neurótica del animal enclaustrado;
distraído por un goteo de papeles,
sumergido en la roca-bruma,

en pétreos aleteos,
reflexiones de ordenador
y urgencias futuras.

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